Por
Darwin Féliz Matos.
Luego de haber sido electo como presidente, tras su
regreso de una gira por varios países, Danilo Medina, había respondido a los
periodistas que lo abordaron en el aeropuerto, que había -“demasiadas cabezas y
pocos sombreros”.
Hacía referencia el mandatario a la gran cantidad de
personas en busca de un cargo en el gobierno, lo que iba resultar difícil
complacerlos a todos, debido al número existentes de empleos.
Muchos entendían que Danilo hacía referencia a los
tantos dirigentes que aspiraban ocupar un cargo de primacía, no así a los miles
de dirigentes medios que habían estado en la oposición muy a pesar de que su
partido estaba en el gobierno.
Al pasar el tiempo de transición, cuajaban la idea,
muchos legisladores y personalidades electas en las recién pasadas elecciones,
de renunciar a sus cargos electivos, para accesar a un puesto mejor en el
Estado.
La gran parte de quienes poseían un sombrero Danilo
se los dejó puesto, por eso advertía antes de ocupar el cargo -“demasiadas
cabezas y pocos sombreros”.
Fue obligado a dejar en sus cargos a la mayoría de
funcionarios, por eso luce viejo un gobierno en cuyo génesis se encuentra. La
cuantiosa inversión económica hecha por estos funcionarios comprometió a Danilo
no tan solo a ratificarlos o trasladarlo sino también a no tocarlos en casos de
que se descubran actos de dolo.
Debo citar como ejemplo
el caso de un gran amigo, que arriesgó su empleo enfrentando al presidente
Leonel Fernández, defendiendo a Danilo Medina, cuando la gran mayoría perdió la
voz porque al líder no se enfrentaba.
Ese es Jacobo Colón
quien fue cesado de sus funciones del Ministerio de Trabajo por aquel artículo
de opinión colgado aquí en Ciudadoriental bajo el titulo Como a los muertos, a Leonel Fernández, "hay que dejarlo
partir".
En esos precisos
momentos Colón era valiente, un dirigente con cabeza propia, leal, importante,
defensor de Danilo Medina.
Aquellos momentos al
parecer quedaron en la historia.
Hemos leído diversos de
los decretos emitidos por el poder ejecutivo y no hemos podido leer el que cite
el nombre de Jacobo Colón, aquel que dedicó bastante tiempo para defender al
PLD, a Juancito y a Danilo.
Estoy plenamente seguro
que a Jacobo debe avergonzarle ver como los puestos que en campaña se habían
prometido serian para los dirigentes locales hoy han importado a los
funcionario desde Cibao, al parecer porque no hay capital humano capacitado en
el PLD en Santo Domingo Este.
Será que ya no es
importante Jacobo Colón y su capacidad para escribir y defender su partido o en
estos momentos de los primeros cien días de gobierno no serán necesarios sus
aportes.
En la repartidera de
los pocos sombreros que le correspondió al presidente Medina, al parecer no
alcanzó para Jacobo Colón, uno de los hombres que dejó el forro en las calles
para defender a su partido y a su candidato hoy presidente de la república.
Le acompaño en su
sentimiento hermano Jacobo, de que valió tanto nadar para al final morir en la
orilla ahogado.
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