Por: Darwin Feliz Matos.-
Después de transcurrido el largo-métrico proceso
electoral, recién concluido con todo y su resaca, es preciso hacer un estudio
exhaustivo y reflexivo de la situación nacional y colocarnos en la actualidad, más
bien volver a la realidad.
Al margen de las denuncias, fundadas o no, y de las
muchas situaciones anómalas ocurridas en el proceso electoral, por el uso
abrumador de los recursos estatales, la utilización de militares y agentes
policiales en el proceso electoral, muy especial en la compra de cedulas, hay
una “decisión” y un ganador definitivo, legitimo o no, este es Danilo Medina.
El todo se vale se impuso.
La utilización, hasta el agotamiento de los recursos
públicos en la que primo la compra de conciencia, donde se jugó como siempre
con el hambre de los más necesitados, quienes en cada proceso venden su
conciencia y su futuro, por una funda con arroz y dos pica-pica, otros
prefieren hacerlo por un pote de ron o dos cervezas, en fin “Cobrar adelante” lo
demás les importa.
Después de largas horas de incertidumbre las
palabras pronunciadas por Hipólito Mejía, la noche del pasado martes,
devolvieron tranquilidad al país. Una muestra de responsabilidad y madurez
política de ese experimentado político, del que la gran mayoría esperaba
pediría lanzarse a las calles a reclamar su “Victoria”. Pensó más bien en el
futuro de la nación y evito un derrame sangriento
Hoy ha vuelto todo a la normalidad, aunque después
de la resaca nos ofrecen como píldora el aumento de precios de los productos de
primera necesidad, en la que podemos citar el pollo que costaba 30 y ahora cuesta 50,
carne de res de 60 a 70, leche de 48 a 53 el litro, entre otros.
Muy a pesar de que el crudo de Texas (Petróleo) ha
sufrido un leve descenso en las últimas semanas, los precios de los
combustibles se han mantenido sin variación, en tres semanas consecutivas, en
violación a Ley de Hidrocarburos.
La población está recibiendo tandas de apagones
superiores a las doce horas, así como un incremento injustificado en la tarifa
eléctrica, parece nos hicieron accionista del gasto incurrido en el pasado
proceso eleccionario y ya empezaron a cobrarnos.
Por otro lado el principal partido opositor inicia
una fratricida e inminente lucha interna, en la que tendrá como protagonistas a
Miguel Vargas Maldonado, presidente de la organización e Hipólito Mejía
Domínguez, candidato presidencial, este último se definió en su última
alocución como el nuevo líder de la oposición.
Es legal que Hipólito busque preservar, e inclusive
ampliar, sus espacios dentro del PRD, y es táctico que escoja de antemano el
campo de batalla.
Lo que si entiendo es que el PRD debe analizar su
derrota, aunque soy de opinión que la discusión no debe ser sobre los errores
de Hipólito Mejía o Miguel Vargas, sino sobre el relevo generacional y el nuevo
estilo de hacer política que necesita ese partido para constituirse en opción
real de poder. Las rebatiñas internas hacen perder mucho tiempo y construye una
imagen muy negativa ante el electorado externo.
Los dinosaurios en el PRD deben permitir que una
nueva generación que ha combatido junto a ellos en la construcción de nuevos
liderazgos, pasen a ser protagonistas y con políticas modernas y actualizadas
rejuvenezcan ese partido el cual exhibe una percepción añeja.
En otro aspecto la Sociedad Civil desde ya debe proponerse
la búsqueda de la aprobación tanto de la Ley de Partidos, como la Ley de
Garantías Electorales y evitar el uso indiscriminado del dinero del estado, en
propagandismo y en proceso electorero; las que nos permitan escoger nuestros
representantes no por las prebendas que ofrecen durante las elecciones, sino
mas bien por sus grandes aportes ideológicos y sociales que han hecho a la nación
y con sus compromisos con los segmentos fundamentales.
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